Sofia Coppola y María Antonieta: ¿estafa?
Nosotros no somos muy fans de Sofia Coppola precisamente. Yo no sé qué opinarán mis katovizados compis, pero el hecho de que sea pija me reviene un poco; siempre tiendo a la sospecha. Va a ser porque toda la vida siendo un poco Mario from the Block, uno coge un poco de complejo leninista intolerante y le da rabia que la gente rica triunfe. Pero si ya tiene dinero, ¿para qué quiere más? Y sobre todo: siempre se queda ahí la suspicacia de que probablemente le haya costado llegar donde está mucho menos que al resto de los mortales.
En el caso de la Coppola, también ha ayudado el típico momento hype. Ella es supermoderna y sabe lo que quieren los gafapasta. Te ponen en la banda sonora a cuatro grupos modernillos y ya te emocionas. Y si encima los actores son indis, pues ya tenemos el lío hecho. Planos estupendos, impecable fotografía, intimismo y melancolía... En fin, que más de uno ha caído embobado en brazos de la niña rica.
Con Las vírgenes suicidas, se lanzó a la difícil empresa de adaptar la tan sobrevalorada primera novela de Jeffrey Eugenides, otro bluf indie donde los haya. Claro, la cosa salió truñismo, y demasiado hizo la pobre porque tampoco había mucha de donde sacar. Lo mejor, Kirsten Dunst, de la que somos fans, y Kathleen Turner, estupenda a pesar de que se ha convertido en una Kristie Allie al uso. La envolvente banda sonora, ideal para echarse la siesta, corrió a cargo de Air, alabados también por la prensa entendida y por los modernos. Pues ala, ahí dejó su truñito, envuelto en ese aire Sundance que tanto nos mola, y mira, con patatas nos lo comimos la mayoría (y muchos sin rechistar). Yo no llegué a verla entera porque me quedé sopa.
Luego presentó Lost in Traslation y yo me reconcilié un poco con ella. No sólo por la rabieta-peli que se marcó a raíz de su separación de Spike Jonze (a mí esas cosas chungas siempre me han parecido fenomenal: un poco de vengancita!!!), sino porque consiguió emocionarme , a pesar de que a veces tiene un punto más que artificial y te crees que estás viendo una anuncio de 212 Carolina Herrera New York. Ingredientes: actores a reivindicar, ya sean consagrados (Bill Murray) o por consagrar (Scarlett Johansson, que por esa época no era nadie); una historia de amor imposible; la fascinante Tokio (que es superindi!!!); y una banda sonora estupenda: The Jesus and Mary Chain, Phoenix (ese Too Young en el karaoke), Death in Vegas, Roxy Music, My bloody Valentine, Air. Vamos, indis y no indis, encantados, premios por todos lados, Oscar al guión original incluido y la Coppola ya convertida en la estrella que es.
Pero no nos olvidemos que ser celebrity es una cosa y otra ser una cineasta como la copa de un pino. Y la Coppola aún tiene que demostrar bastante, a pesar de que muchos se hayan rendido con los ojos cerrados a sus brillantes artificios cinematográficos. María Antonieta es la prueba de fuego. Para empezar resulta inquietante que la crítica se haya dividido enfervorecida: en su pase en Cannes o aplaudieron a rabiar, o abuchearon sin compasión. Eso siempre es bueno: despertar pasiones. Puntos calientes: Kirsten Dunst y el guapísimo Jason Schwartzman; banda sonora (Strokes, Adam and the Ants, The Cure, Phoenix, New Order) y su contraste con la típica peli de época; rodada, según dicen, a ritmo de videoclip y estridencias a tope; guión frívolo, según dicen, que pasa del tema político y revolucionario y se centra en las partes de su vida menos trascendentes para la historia. Como veréis, todo sigue oliendo a bluf indie. ¿Vendiéndonos la moto de nuevo, Sofi, tía?
¡Tendremos que esperar a que la estrenen! Al menos para decidirnos: ¿la amamos o la odiamos?
Pasemos al momento cotilleo: efectivamente estuvo mucho tiempo enrollada con Tarantino, tras dejarlo con mi adorado Jonze, pero ahora comparte vida con el vocalista de Phoenix, el parisino Thomas Mars. Tanto es así, que espera de él su primer niño. Mars, sin duda, es el más sexy de los tres, porque los otros, vaya cuadros.
En el caso de la Coppola, también ha ayudado el típico momento hype. Ella es supermoderna y sabe lo que quieren los gafapasta. Te ponen en la banda sonora a cuatro grupos modernillos y ya te emocionas. Y si encima los actores son indis, pues ya tenemos el lío hecho. Planos estupendos, impecable fotografía, intimismo y melancolía... En fin, que más de uno ha caído embobado en brazos de la niña rica.
Con Las vírgenes suicidas, se lanzó a la difícil empresa de adaptar la tan sobrevalorada primera novela de Jeffrey Eugenides, otro bluf indie donde los haya. Claro, la cosa salió truñismo, y demasiado hizo la pobre porque tampoco había mucha de donde sacar. Lo mejor, Kirsten Dunst, de la que somos fans, y Kathleen Turner, estupenda a pesar de que se ha convertido en una Kristie Allie al uso. La envolvente banda sonora, ideal para echarse la siesta, corrió a cargo de Air, alabados también por la prensa entendida y por los modernos. Pues ala, ahí dejó su truñito, envuelto en ese aire Sundance que tanto nos mola, y mira, con patatas nos lo comimos la mayoría (y muchos sin rechistar). Yo no llegué a verla entera porque me quedé sopa.
Luego presentó Lost in Traslation y yo me reconcilié un poco con ella. No sólo por la rabieta-peli que se marcó a raíz de su separación de Spike Jonze (a mí esas cosas chungas siempre me han parecido fenomenal: un poco de vengancita!!!), sino porque consiguió emocionarme , a pesar de que a veces tiene un punto más que artificial y te crees que estás viendo una anuncio de 212 Carolina Herrera New York. Ingredientes: actores a reivindicar, ya sean consagrados (Bill Murray) o por consagrar (Scarlett Johansson, que por esa época no era nadie); una historia de amor imposible; la fascinante Tokio (que es superindi!!!); y una banda sonora estupenda: The Jesus and Mary Chain, Phoenix (ese Too Young en el karaoke), Death in Vegas, Roxy Music, My bloody Valentine, Air. Vamos, indis y no indis, encantados, premios por todos lados, Oscar al guión original incluido y la Coppola ya convertida en la estrella que es.
Pero no nos olvidemos que ser celebrity es una cosa y otra ser una cineasta como la copa de un pino. Y la Coppola aún tiene que demostrar bastante, a pesar de que muchos se hayan rendido con los ojos cerrados a sus brillantes artificios cinematográficos. María Antonieta es la prueba de fuego. Para empezar resulta inquietante que la crítica se haya dividido enfervorecida: en su pase en Cannes o aplaudieron a rabiar, o abuchearon sin compasión. Eso siempre es bueno: despertar pasiones. Puntos calientes: Kirsten Dunst y el guapísimo Jason Schwartzman; banda sonora (Strokes, Adam and the Ants, The Cure, Phoenix, New Order) y su contraste con la típica peli de época; rodada, según dicen, a ritmo de videoclip y estridencias a tope; guión frívolo, según dicen, que pasa del tema político y revolucionario y se centra en las partes de su vida menos trascendentes para la historia. Como veréis, todo sigue oliendo a bluf indie. ¿Vendiéndonos la moto de nuevo, Sofi, tía?
¡Tendremos que esperar a que la estrenen! Al menos para decidirnos: ¿la amamos o la odiamos?
Pasemos al momento cotilleo: efectivamente estuvo mucho tiempo enrollada con Tarantino, tras dejarlo con mi adorado Jonze, pero ahora comparte vida con el vocalista de Phoenix, el parisino Thomas Mars. Tanto es así, que espera de él su primer niño. Mars, sin duda, es el más sexy de los tres, porque los otros, vaya cuadros.
Etiquetas: cine
6 Comentarios:
mejor con el papi francés que con el tarantino (qué asco, y ese si que arrastra el bluff y el hype desde hace años!!)
yo te diré que las virgenes suicidas me parece una bellosidad de peli por todos los lados y que lost in translation es un truñismo.
la scarlett johansson con cara de oler mierda y robando energías a tope al marido, que era un angelico. qué pesadez!!
By Jorge G, at 1:51 a. m.
Las virgencitas eran un cuadro! ¿cuál era la historia? yo no me enteré! ¿tenía? era todo como con velillo de la Montiel.. apestaba!!
Y Lost.. tenía un pase.. pero a la cuarta vez de ver los mismos planos de Tokio (ella desde el taxi mirando los edificios)... cansaba, oyes!
jajajajaja
¿Vendiéndonos la moto de nuevo, Sofi, tía? Frase para la posteridad!
By tintaplana, at 10:04 a. m.
Pues yo como no entiendo mucho de cine las dos peliculas me han encantado...supongo que porque siempre me enamoro de las mujeres que salen en sus peliculas...Del escritor de las virgenes suicidas recomendar su libro Middlesex...es la historia de una hermafrodita, creo que gano el Pullitzer y todo
By alt124, at 11:23 a. m.
Jorge: a ti el marido te mola porque es Giovani Ribisi, ¿a que sí? :P
Meri: es que esta chica es mucho de vender la moto. Pero no sé, igual María Antonieta está bien... quién sabe!
Alt124: me han hablado muy bien de Middlesex, que me da pereza por sus dimensiones -uf!-, pero Las vírgenes suicidas tiene un punto de realismo mágico trasnochadete que no me convence nada!
By Mario, at 12:55 p. m.
Yo las virgenes suicidas no lo he leido, pero Middlesex se hace bastante ameno.
By alt124, at 1:05 p. m.
middlesex es uno de mis libros favoritos, lo prefiero a virgenes suicidas. Es la hostia, lo recomiendo!!!!!
By Anónimo, at 5:22 p. m.
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