Katovizate!

5.10.06

Fermín Solís

comick

Siempre la misma historia (Astiberri, 2004) fue mi primer acercamiento a Fermín Solís. No lo descubrí yo solito, un chico muy guapo me lo regaló un día. Juan Berrio consiguió enamorarme gracias a la cotidaneidad de sus historias. Soy fan de lo costumbrista: las grandes preguntas del universo se quedan siempre en la muela ante la urgencia de una colada que hay que tender, un huevo haciéndose en la sartén o un perro que ladra que no te deja dormir; bajo la nimiedad de una caña o un examen, podías descubrir el pensamiento o la emoción más profunda.

Las ilustraciones, a su vez, eran fantásticas: la mitad las firmaba Berrio y el resto, diversos autores, entre ellos, Fermín Solís. Este extremeño afincado en Cáceres ha conseguido destacar en el estéril panorama comiquero español gracias a su estilo único, mezcla de ingenio e ingenuidad. Sus trabajos respiran vitalidad, inocencia y sarcasmo y fue así como me acerqué a De ballenas y pulgas (Ariadna Editorial, 2004), que también me lo regaló el mismo chico guapo.

Un año después recupero a Solís en mi vida gracias a una obra maestra: Los días más largos (Ediciones Balboa, 2003). Las aventuras del joven Martín Mostaza consiguen arrancarte una sonrisa melancólica al recordar una infancia común llena de tebeos, lagartijas, sopa, fútbol, abuelas y vecinas, meriendas y lápices de colores. Con ironía y humor, Solís desgrana esas historias en las que todos los chavales de nuestra generación pueden verse reflejados. Pero no sólo convence por los lugares comunes, también por la espontaneidad de sus palabras y el descaro de sus dibujos.

De la misma cuerda que Andy Watson o Seth (más del primero que del segundo), Solís se ha convertido para mí en uno de los autores e ilustradores más interesantes que existen, con un universo personal tan rico como anodino. Y es que quiero insistir mucho en esa cotidianeidad, porque es el sello inconfundible de los trabajos que hasta ahora han caído en mis manos (de hecho, uno de ellos, de 2005, publicado por la Asociación Cultural Tebeo Vivo, se titula Dan Laxante detective cotidiano). Y en ese sentido me encuentro con Las pelusas de mi ombligo (#1 Cabezabajo 2005; #2 Dolmen 2006), donde pude disfrutar de la historia más divertida que he leído nunca sobre una caña (sobre todo porque te sientes muy identificado).

Me encantaría mostrar en esta entrada algunos de los dibujos de Solís, pero Blogger me niega la posibilidad de subir imágenes, así que os dejo unos enlaces para que los descubráis por vosotros mismos:

www.ferminsolis.com
laspelusasdemiombligo.blogspot.com

En fin, después de una semana de no-recomendaciones, ahí va una recomendación. Ahora que parece que está llegando el otoño, nada mejor para una tarde dominguera que un té o un colacao, una mantita, un sofá cómodo y una ración de Fermín Solís en forma de cómic. ¡Esto es vida!

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4 Comentarios:

  • Me lo apunto, qué casualidad a mí me ha dado ahora por los comics y de eso precisamente hablo. Viva el costumbrismo!

    By Anonymous Anónimo, at 6:45 p. m.  

  • mmm, me vas a tener que dejar algo!.. el de watson me encantó.. pero jo! es q no sé comprar cómics.. te los iré robando jiji!

    By Blogger tintaplana, at 1:11 p. m.  

  • Pos chico, me apunto la recomendación pa cuando vaya a Madriss, ke el Planeta Murciano es un erial pa los comics ke no te cuento. Ke tristeza de ciudad sin comics, de verdad...

    By Anonymous Anónimo, at 1:14 p. m.  

  • jo fermin solis es una pasada!!! me encanta!!!

    By Blogger Mr Grieves, at 3:58 p. m.  

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