Buenorro de la semana: el regreso de Chris O'donell

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Olé

El guaperas con más cara del Ohio profundo de todo Hollywood conquistó las pantallas (y nuestros corazones) hace años, cuando aún éramos adolescentes, con grandes clásicos como Círculo de amigos (donde el prota por fin se ligaba a la gorda, lo que nos dio muchos ánimos), Tomates verdes fritos o Esencia de mujer.

Olé console

Aún recuerdo cuando mi hermano me daba collejas por estar enamorada (platónicamente) de un actor con semejante cara de paleto de pueblo. Pero qué queréis. Esas facciones duras, esa mandíbula salida... nos encantaba...

Claramente su peor foto. ¡Qué grimilla!

Bueno, pues el caso es que después de su momento de gloria, el Chris no hizo más que bodrios. Pero bodrios de los de verdad. Y claro, nuestra memoria (selectiva) se fue olvidando poco a poco de él. Y luego encima el tío deja de hacer cosas y, claro, desaparece por completo (normal, era lo mejor que podía hacer, el pobre)...

¡Casi se me olvida!: Chris haciendo de Robin,
ese subproducto para atraer público gay.

El auténtico Chris O'donnell,
el de Círculo de amigos. Qué gran peli.

...Y cuando ya creíamos que a este chico se lo había comido la tierra, va y aparece, escondido tras unas estupendas barbas en Anatomía de Grey, haciendo de veterinario buenorro. Y, claro, nuestras hormonas revolucionadas otra vez.

Anatomía de Grey, una serie que no tiene desperdicio
(atención al tercero por la izquierda)