Marjane Satrapi: la voz de Persia
Cuando vi la película Crash, quedé sorprendido por una escena en la que una familia, aparentemente árabe, sufría un ataque racista en su negocio: todo el género de la tienda tirado, la caja saqueada, las instalaciones destrozadas y unas pintadas en las que les llamaban putos árabes o alguna lindeza del estilo. La madre, desolada, decía: “pero si somos persas”.
¿Y todo este rollo a qué viene? Pues a que Marjane Satrapi es persa. Y gracias a sus maravillosas historietas he descubierto que los persas son un pueblo apasionante, con sus valores únicos, con sus tradiciones y formas culturales, con un pasado esplendoroso y gran capacidad de sufrimiento, lleno de personas tan valiosas como la propia Satrapi.
Pollo con ciruelas fue mi iniciación al mundo de Marjane, un cómic donde conviven historias que atrapan por su autenticidad. Historias de familias persas que, bajo su peculiar idiosincrasia, esconden el espíritu de cualquier otra familia del planeta en la que es sencillo verse reflejado. Sin embargo, la autora tiene una fantástica capacidad para plantear el dramatismo desde un punto de vista cómico, riéndose de la muerte y del dolor, que es la mejor forma de enfrentarse a lo malo que tiene la vida.
Y ella lo sabe por propia experiencia. Persépolis son cuatro tebeos en los que Marjane plantea una autobiografía llena de amor, humor y emoción. La narración de su vida, desde que es pequeña hasta la madurez, narrada con cordura e ironía, denuncia la intolerancia de los islamistas, pero también la de los occidentales, que pasamos de la indulgencia al racismo en un abrir y cerrar de ojos. Sus viñetas transmiten la pasión de la inocencia: desde sus ojos infantiles vuelves a recuperar esa capacidad visceral que tenías para indignarte ante las injusticias. Ese despertar al mundo en el que todo se vive con emoción, sorpresa e implicación. Esa convicción de que puedes hacer algo grande, de que tienes mucho que ofrecer al mundo, de que puedes cambiar las cosas con voluntad y entusiasmo.
Además, Satrapi recupera en sus cómics a la familia, una institución que ella considera fundamental, sobre todo como fuente de estabilidad, raíces y cariño. La retrata con ese punto esperpéntico y entrañable que tienen todas las familias, pero también con naturalidad y respeto.
Ilustrado en blanco y negro, el dibujo es esquemático, envolvente, naif… no sé si la cago diciendo esto, pero tiene un punto expresionista que me encanta. En fin, entre los argumentos, emocionantes y divertidos, con unos diálogos brillantísimos, y lo visual, que atrapa desde el primer momento, es imposible empezar el tebeo y no querer terminarlo cuanto antes.
Cualquiera de las obras de Satrapi ofrece riqueza mental, que no es poco. Así que, aprovechando el buen tiempo, id a la playa si podéis, o a un parquecito, tomad el sol y una cervecita, leed alguno de sus cómics y... disfrutad.
Feliz fin de semana.Etiquetas: chicas, Ilustración y cómic
4 Comentarios:
jal que cenutrio que soy te estaba dejando un comentario y lo he borrau sin darme cuenta...soy lo puto peor!! que decia yo, hombre de dios, que me ha gustau mucho el post y que yo el comic este lo tengo en casa y que antavia no me lo he empezau a leer. Asi que esta semanita empiezo. Y por cierto esta noche a dsifrutar como cosacos con los XMen 3, que ganitas madre...anda que como sea una caca :-(
By Mr Grieves, at 8:49 p. m.
Todos somos un poco persas en nuestro interior, sí señor...
By Jorge G, at 3:14 a. m.
Joé, siempre me he quedado con ganas de leerla. Ya o tengo excusa!: con los cómics en la habitación de al lado...
By tintaplana, at 9:45 a. m.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
By tintaplana, at 10:11 a. m.
Publicar un comentario
<< Home